¡¡Mujeres al poder!!

Cuando una mujer está en esos días del mes, lo reconozco, estamos un poquito insoportables. Las hormonas dominan nuestro cuerpo y estado de ánimo. Los sentimientos nos llenan tanto que a menudo nos emocionamos, y a veces hasta lloramos. Es posible que nos sintamos abatidas, que la pérdida de sangre nos impida tener la fuerza suficiente para hacer algún esfuerzo. Quizás tengamos el carácter más fuerte que nunca  y nos malhumoremos con facilidad. Pero las hormonas son sabias y también hacen que nuestro deseo sexual esté en carne viva. ¿Quién dijo que la menstruación fuese un castigo para la mujer? Es un castigo para el hombre. Ellos tienen que soportarnos, cuidarnos, ir al super a por compresas, traernos una pastilla con un vaso de agua, callarse cuando les contestamos mal y sonreir, acariciarnos el pelo y hacernos masajes en los riñones si lo pedimos... ¡Pobrecita yo! ¿no? ¡Tienes que cuidarme! ¡Estoy malita! Ay, ¡cómo me duele! Y así sucesivamente hasta que se rinden y hacen todo lo que les pidas. Este es el FemDom sutil de hoy en día. Las mujeres se salen con la suya por lo bajini. y les gusta. En una familia tradicional lo que se aparenta es que el padres es el cabecilla y la mujer... te la imaginas con un delantal, pelo y maquillaje perfectos, y una sonrisilla picaresca que esconde tras de ella la inteligente y verdadera cabeza de familia. Esa mujer que parece que no ha alzado la voz en la vida consigue lo que quiere cada vez que desea algo. Ese hombre que se cree autoritario en realidad no pinta nada en ninguna de las decisiones, ella le hace creer que tiene voto en esa casa pero por detrás hace las gestiones necesarias para que las cosas salgan tal y como las planeó. Llamadlas manipuladoras, llamadlas calculadoras, como queráis, pero son las mejores.

Pero chicas, no hace falta esperar a que te venga la regla o a tener la experiencia necesaria para tener el ingenio de ser capaz de hacer todo eso. Dejémonos de humildades y dominemos a esos malditos hombres. Ellos necesitan ser dominados. ¿No os habéis dado cuenta de que necesitan sentirse necesitados? Eso es por el simple hecho de que tienen que sentir que nosotras necesitamos sus servicios. También necesitan sentirse cuidados, y eso es porque tienen que asegurarse de que se dejan caer en buenas manos.
A las Amas como yo no nos hacen falta sutilezas, tenemos todo lo que necesitamos, y además eso nos pone. Ponemos de manifiesto ese espíritu picaresco y dominante que tienen la mayoría de las madres de nuestra familia. Sólo una cosa más, chicas, mucha fuerza y mucha energía para azotar a los hombres y así conseguir que no se salgan del camino que les guiamos, el de hacernos felices. Que ni lo físico ni lo psíquico, ni lo propio ni lo ajeno os dejen persuadir para abandonar este divertido y sensual mundo. ¡Ah! y sin vosotras nada de esto sería posible, ni ellos capaces.